La entrevista a Kortatu en Polonia

 Kortatu es uno de los grupos punk emblemáticos, aunque los Muguruza no son amigos de etiquetas y catalogarlos solo como punk sería un reduccionismo. Se puede emplear esa palabra para definir su espíritu. De hecho algunos dicen que el verdadero punk se vició en Euskal Herria aunque los protagonistas no fueran conscientes. El ska, reggae y el rock tienen también su sitio y sería el inicio de la fusión y sincretismo musical que se desarrollaría plenamente con Negu Gorriak. 

Se cuenta como inicio de Kortatu el concierto de The Clash en San Sebastián en 1981, que fascinó a los hermanos Muguruza. Así en 1984 junto a Mattin en la batería queda consolidada la banda, Treku Armendariz sustituiría poco después a éste en la batería y sería la formación clásica. Posteriormente entraría Kaki Arkarazo como guitarrista tras ser el productor de su último disco, grabado íntegramente en euskera Kolpez Kolpe. La banda había tenido una trayectoria trepidante y frenética, con 280 conciertos. Desde el skalitico primer disco, al que se suele considerar su mejor disco o plenitud El estado de las cosas.

El caso es que Kortatu estaba en su auge en la primavera de 1987 y fueron invitados a Polonia al festival Robrege. Al otro lado del telón de acero y donde ya estaba dando mal Lech Valesa amplificado por la figura conservadora recalcitrante de Juan Pablo II. En un oscuro panorama internacionales con Margaret Thatcher y Ronald Reagan y cuyas consecuencias seguimos pagando hoy en día.

No se puede catalogar de clandestina ni poco conocida esta entrevista. Pues ya sale en el video Azken guda dantza, de 1988. Y de guerreros va a ir la cosa. La entrevista y delirante y parece que pactada, al menos a tenor de la flema del presentador y de la traductora. Fermin ha hecho gala de un humor en ocasiones cáustico y más aún en plena juventud. Aquí una entrevista a Fermin hablando de dicha entrevista. En la misma da a conocer su acompañamiento a la percusión de Treku mediante pedos.

 

Cuando les piden cantar algo entonan con el puño en alto el Eusko gudariak. Ante el absoluto entusiasmo y gozo de quien se presenta como su conductor de furgoneta. Pudiendo comprobar los avances de Fermin e Iñigo en el aprendizaje del euskera, que se plasmaría en el citado Kolpez Kolpe. Y un gora desafinado  que seguro que Fermin no diría a día de hoy. A pesar de su empecinamiento con Indar Gorri. Enmarcando la entrevista en su contexto y sobre todo el estado en que se realizó. Porque como dijo otro carismático personaje ochentero, todos podemos cambiar.